Una vez más nuestros vecinos franceses han sufrido la barbarie de la sinrazón. Quedémonos con su pacífica y emocionante evacuación del estadio de fútbol cantando por la libertad y con los gestos de solidaridad del mundo entero. Nuestro departamento les rinde homenaje y se une a su dolor con una imagen (montaje de Pilar, nuestra jefa de departamento) y un poema de Guillevic que habla de la dulzura como forma de consuelo, de la esperanza de un mundo mejor.
Douceur, Je dis : douceur. Je dis: douceur des mots Quand tu rentres le soir du travail harassant Et que des mots t'accueillent Qui te donnent du temps. Car on tue dans le monde Et tout massacre nous vieillit. Je dis: douceur, Pensant aussi A des feuilles en voie de sortir du bourgeon, A des cieux, à de l'eau dans les journées d'été, A des poignées de main. Je dis: douceur, pensant aux heures d’amitié, A ces moments qui disent Le temps de la douceur venant pour tout de bon, Cet air tout neuf, Qui pour durer s'installera.
Guillevic N° 15 in Terre à bonheur- Editeur Pierre Seghers |
¡Francia llora! ¡Y su dolor nos afecta!
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Dulzura Digo: dulzura Digo: dulzura de las palabras Cuando vuelves por la tarde del trabajo agotador Donde te acogen palabras Que te dan tiempo. Porque en el mundo se mata Y toda masacre nos envejece Digo: dulzura Pensando también En hojas saliendo de la yema En cielos, en agua en los días de verano, En apretones de manos Digo: dulzura, pensando en las horas de amistad En esos momentos que dicen Que el tiempo de la dulzura viene de verdad, Ese aire nuevo, Que para durar se instale.
(Traducción de Inés Salgado)
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